El RCD Mallorca exige al Ayuntamiento de Palma que asuma parte del gasto de las obras de Son Moix
Presenta una reclamación formal para que abone la reparación de diversas patologías que presenta el estadio
El alcalde encarga un informe pericial para determinar los problemas existentes y fijar responsabilidades
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El RCD Mallorca ha presentado una reclamación formal al Ayuntamiento de Palma presidido por el alcalde del PP Jaime Martínez para que asuma parte del gasto de las obras de Son Moix. Ante esta situación, el nuevo gobierno municipal ha encargado ya la redacción de un informe pericial para determinar los problemas existentes en la estructura del estadio y fijar responsabilidades con el fin de resolver el requerimiento presentado por el club bermellón.
La entidad presidida por Andy Kohlberg que, en estos momentos está volcada en las obras de reforma de este estadio municipal inaugurado hace casi un cuarto de siglo (1999) y cuyo uso está cedido al RCD Mallorca, ha solicitado al Ayuntamiento que asuma parte del coste de las intervenciones necesarias para garantizar la funcionalidad de la estructura.
Ahora será ese informe pericial municipal relativo al estado del estadio de Son Moix el que determinará el alcance de las patologías surgidas, fijará responsabilidades y costes, y «valorará las posibles soluciones a aplicar que sean más eficientes, viables y sostenibles». Así lo recoge el pliego de condiciones del concurso convocado y hecho público por el Consistorio palmesano para que los interesados en su redacción presenten sus ofertas hasta este viernes día 25.
Ese chequeo a la estructura del estadio incluirá la revisión de la estructura de hormigón de las gradas, la cubierta existente, las torres de iluminación y las deficiencias generales. Tras la valoración económica de las intervenciones que se estimen oportunas, tal y como apunta el pliego, «este informe será adecuado para su aportación a juicio, en caso de que sea necesario».
El peritaje, a su vez, deberá determinar las causas de las posibles patologías que se encuentren, ya sean por defecto de diseño, por mala ejecución o por un mantenimiento deficitario, la repercusión de las condiciones de los elementos afectados, «y discernir en la medida de lo posible la responsabilidad de cada uno de los actores en caso de existir».
También recogerá una valoración de los tratamientos correctivos que posibiliten y rehabiliten el estado de la infraestructura y garanticen la vida útil de la misma. Las conclusiones que se extraigan en ese informe municipal se tendrán que contrastar con el análisis realizado por el RCD Mallorca, por lo que «tendrá que calificarse cuantitativamente lo que implicaría intervenir, mientras las obras sigan en proceso», o si así se decide, «se espera a la finalización de las mismas».
La empresa encargada del peritaje realizará una visita a la instalación, junto con el responsable de contrato y los responsables de las obras del RCD Mallorca, para que analicen de primera mano las intervenciones que ya se han llevado a cabo, las que quedan pendientes de actuación y la revisión in situ de las patologías enmendadas.
Ese informe pericial tendrá que realizarse en el tramo final de unas obras de remodelación del estadio en las que el RCD Mallorca ha invertido más de 20 millones de euros. Unos trabajos que, todo apunta, que concluirán en el primer trimestre de 2024, y que han cambiado por completo la fisionomía del recinto deportivo, donde no hay rastro ya de las pistas de atletismo y las cuatro tribunas están mucho más próximas al terreno de juego.